Conclusiones


PRIMERA

En la primera parte de este trabajo hemos comprobado numerosas concordancias de contenido y estilo entre el Lazarillo y las obras latinas de Vives. Y nada resulta más lógico y natural, porque la grandeza y excelencia del Lazarillo se corresponden con la grandeza y la excelencia de Vives. Todo es sobresaliente y no hay ninguna discordancia. Si se pregunta a Lazarillo a quién prefería como padre a Vives o a Valdés, con toda seguridad se quedaría con el primero, al que ensalzaron sobremanera los más grandes intelectuales de la época (Erasmo, Budé, Moro) y se relacionó con las más elevadas jerarquías (Carlos V, Enrique VIII, Juan III de Portugal, Adriano VI, Fernando hermano de Calos V, cardenal Wolsey, obispo de Lincoln, duque de Béjar, duque de Gandía, duque de Calabria, etc.) En contraste con ese historial intelectual y literario ¿qué elogios conocemos de Alfonso de Valdés? El testimonio que tenemos del cardenal García de Loaysa en carta a l todopoderoso Francisco de losCobos no puede ser más negativo: «suplico á vuestra merçed tomeys un gran latino y no lo es Valdés porque aca [en Roma] se burlan de su latinidad y dizen que se atraviesan algunas mentiras en el latín que por aca se enbia escryto de su mano». Este testimonio ha sido confirmado por los investigadores M. Bataillon y A. Alcalá, lo que quiere decir que no se debió a la enemistad del cardenal, como defiende Rosa Navarro.

SEGUNDA
Después de haber demostrado que varias obras castellanas, especialmente Diálogo de Mercurio y Carón, Diálogo de las cosas acaecídas en Roma, Diálogo de la lengua y Diálogo de doctrina christiana, fueron escritas por Vives, es claro que pueden ser comparadas con el Lazarilo. Las concordancias de contenido y de expresión entre ellas alcanzan un número muy elevado: nada menos que ciento cuarenta y cuatro. De esa forma queda demostrado que todas salieron de la misma pluma. Como consecuencia de todo lo anterior, se produce una perfecta armonía y orden en la mejor literatura española: el Lazarillo es una obra maestra, y los Diálogos son obras maestras como lo es el conjunto de la producción latina de Vives. El círculo se ha cerrado de forma perfecta, y así recibe una explicación global y coherente la mejor literatura española del siglo XVI, tanto en latín como en castellano.